Fernando Casares realizó un diagnóstico de la industria agropecuaria jujeña, perjudicada por factores meteorológicos, presión fiscal y constantes desajustes económicos.
Sugirió cambiar las leyes laborales para favorecer la contratación de personal, además de incentivos para los productores imposibilitados de incorporar tecnología. La imposibilidad de la agroindustria para crecer al nivel tan deseado como necesario, es innegablemente multicausal, involucrando elementos que escapan al absoluto control humano, como ser la sequía o las lluvias intensas registradas en el noreste argentino.
Pero también hay factores que inciden negativamente, ya sea por desinterés o injustificada enemistad, causados por la clase dirigente. “Hace muchos años que se viene soñando con una mejoría sostenida del campo, tratando de cambiar la política nacional, porque el campo es el principal motor económico, sería un sueño que por el momento no creo que se haga realidad”, expresó entre esperanzado y desilusionado el presidente de la Sociedad Rural jujeña, Fernando Casares.
Para morigerar los daños meteorológicos, por ejemplo, podrían invertirse fondos en equipamiento, llevando la tecnología al territorio, hecho que permitiría obtener información pormenorizada de los cultivos, proyecciones a futuro, mejor control de los sistemas de riego, entre otros beneficios.
“El país cuenta con una gran agroindustria, maquinaria y sistemas. Al productor local se le hace muy costoso y al fabricante le conviene vender a fuera”, dijo Casares sobre el intento de los vendedores por sacar la mayor cantidad de ganancia a través de exportaciones.
El éxito de los empresarios rurales, medianos y pequeños productores dependerá del escenario económico, ten endeble e incierto que impiden cualquier tipo de futurología. El trabajo mancomunado con los funcionarios, sobre todo de trascendencia nacional, puede fungir para el desarrollo y por consiguiente mejora en los dividendos que obtiene el Estado ya sea por retenciones u otros mecanismos.
“Desde hace dos años la Sociedad Rural invita a senadores y diputados para dialogar, ver juntos que podemos trabajar, pensando con óptica regional sobre Jujuy, Salta y Tucumán. (Los políticos) van a las reuniones, muestran predisposición, pero no actúan en consecuencia y las reuniones jamás se vuelven a repetir ”, explica el empresario poniendo como ejemplo el último encuentro entre partes, fechado a principios de año, cuyas repercusiones terminaron siendo nulas.
“Teníamos una agenda electoral de por medio, nos volvieron a visitar, les recordamos los compromisos del 2022, pero no terminó ocurriendo nada. Esto también explica los resultados de las elecciones. Los políticos te buscan como apoyo, pero ante el planteo de situaciones problemáticas no están en el día a día”, concluyó Casares.
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